Editorial

eISSN 2007-5057

Investigación educ. médica vol. 1, no. 1, México ene./mar. 2012

Mensaje del Director de la Facultad de Medicina

UNAM Faculty of Medicine Dean´s Message

No tengo duda alguna de que la Facultad de Medicina de la UNAM es la más grande e importante del país. Lo es por su historia, no son poca cosa 433 años enseñando medicina; lo es por su participación activa, a lo largo de toda su historia, en la construcción del sistema de salud del país; lo es por sus aportaciones a la investigación y por haber generado, a través de sus profesores e investigadores, institutos de investigación de gran trascendencia nacional e internacional; lo es por sus aportaciones sociales, cuya mejor evidencia es el servicio social en medicina; lo es por el número de egresados con los que hemos ayudado a forjar nuestra nación; lo es por el número y la calidad de alumnos que tenemos y lo es también, por nuestras sedes clínicas y por la fuerza y vitalidad de nuestra planta docente.

De todo ello estamos orgullosos y empeñados en continuar estándolo.

En este siglo XXI ya no estamos solos en la educación médica. Desde mediados de los años setenta del siglo anterior, las escuelas de medicina proliferaron a lo largo y ancho del territorio nacional; y qué bueno que así haya sido pues las hay de excelencia y nos obligan constantemente a superarnos. Nuestros planes y programas de estudio sirvieron de modelo a muchas escuelas nacientes para forjar los suyos propios. En no pocas ocasiones, otras escuelas adoptaron los nuestros, bajo la figura de la incorporación de sus estudios a nuestra Universidad.

Muchas de ellas han crecido, se han superado y han planteado sus propios programas y métodos de enseñanza. Pero en todas las escuelas sabemos que modificar o crear un plan de estudios no es tarea fácil y requiere de un cuerpo docente experimentado y de expertos en educación médica.

¿Cómo evaluar un plan de estudios o sus contenidos? ¿Qué debemos actualizar en el contexto epidemiológico actual? ¿Cómo enseñar mejor? ¿Cómo centrar el aprendizaje en el alumno? ¿Cómo hacer al alumno competente? ¿Cómo evaluarlo mejor? ¿Cómo conocer el impacto de nuestras acciones educativas? Éstas son sólo unas de las muchísimas preguntas que continuamente nos hacemos en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

El contestarnos con rigor metodológico estos cuestionamientos resulta indispensable para evaluar las acciones educativas y corregir, si fuera el caso, el rumbo de la enseñanza sabiendo que esto será siempre un constante e inacabable proceso en búsqueda de la excelencia en nuestra razón de ser como escuelas. Para ello, resulta necesaria la investigación en educación en ciencias de la salud.

Sin duda, desde hace muchísimos años, se practica la investigación en educación; tal vez no como una acción sistemática y organizada, pero sí como la búsqueda constante por mejorar. De ahí que, a lo largo del siglo XX, surgieran iniciativas de nuevos modelos educativos. El primer departamento de investigación en educación médica fue iniciado por Hale Hamm en la Universidad Case Western reserve en Cleveland en el año 1958, seguida por George Miller en la Universidad de Illinois en Chicago en 1959. Posteriormente surgieron varias unidades dedicadas a esta área del conocimiento, como la Universidad de Dundee, en Escocia, a principios de los setenta del siglo pasado, la universidad del Sur de Gales, en Australia y la Universidad de Maastricht, en Holanda.

De entonces a la fecha, la investigación en educación, con rigor metodológico, ha venido gradualmente creciendo; algunos de los mejores ejemplos los encontramos en el mundo anglosajón con el nacimiento y publicación de las revistas: Medical Teacher, Academic Medicine, Medical Education, Educational Researcher, Teaching and Learning in Medicine, Advances in Health Sciences Education y BMC Medical Education.

Desde hace ya algunos años, la Secretaría de Educación Médica de la Facultad se trazó la meta de reforzar la cultura de la investigación en educación dentro de nuestra Escuela. Para el efecto, se han organizado diplomados, clubes de lectura de artículos relacionados con el tema y congresos anuales encaminados a reforzar el cuestionamiento de nuestro quehacer educativo cotidiano.

Con ello, el interés por la materia se ha incrementado dentro de la comunidad académica y nuestros trabajos sobre educación se han presentado ya en numerosos foros internacionales.

Ante ello, el Comité Editorial de la Facultad que me honro en presidir, aprobó, en forma unánime, la propuesta de creación de la revista Investigación en Educación Médica, que ahora da a luz su primer número. No deja de ser esto una aventura, una aventura por el saber, por investigar el cómo lograr una mejor educación. Se ha integrado un espléndido Consejo Editorial y se ha encargado la responsabilidad de Editor al Dr. Melchor Sánchez Mendiola, experto en el tema con reconocimiento internacional y Secretario de Educación Médica de nuestra Facultad.

Como Director de la Facultad de Medicina, es un honor presentar este primer número de un nuevo derrotero de liderazgo editorial en el mundo latinoamericano. Porque eso es lo que esta revista pretende ser: el punto de referencia y de confluencia de las inquietudes y los trabajos de investigación educativa en nuestra lengua.

¡Enhorabuena y el mejor de los éxitos!

Ciudad Universitaria
Enrique Graue Wiechers

 

Facultad de Medicina, UNAM.

Correspondencia:

Facultad de Medicina UNAM.

Edif. B 1er piso, Av. Universidad 3000,

Circuito escolar CU. México DF 04510.

Tel. 56232401 y 56232402.

Correo electrónico: graue@unam.mx

 

 

Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

 

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