Artículo original

eISSN 2007-5057

Investigación educ. médica Vol. 12, no. 48, México, octubre-diciembre 2023

https://doi.org/10.22201/fm.20075057e.2023.48.23520

Nivel de inteligencia emocional y empatía en médicos residentes

María Urbelina Fernández Vázqueza,‡, Rosa Ivonne Sánchez Torresb,§

a Centro de Investigación Educativa y Formación Docente, Instituto Mexicano del Seguro Social, Delegación Puebla, México.

b Residente de 3er año de la Especialidad en Medicina Familiar, Sede Unidad Médico Familiar no. 34, Instituto Mexicano del Seguro Social, Atlixco, Puebla.

ORCID ID:

https://orcid.org/0000-0002-2737-6556

§ https://orcid.org/0000-0003-4462-8951

Recibido: 14-marzo-2023. Aceptado: 28-julio-2023.

* Autor para correspondencia: María Urbelina Fernández Vázquez. Calle 35 norte no. 1456 Col. Villas San Alejandro, C.P. 72070, Puebla, Pue.

Correo electrónico: maryurbefer@gmail.com

Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

Resumen

Introducción: La inteligencia emocional es una competencia blanda que, está demostrado, influye en la capacidad de las personas para tener éxito al hacer frente a las demandas y presiones ambientales. Por otro lado, la empatía tiene un papel importante porque es un atributo cognitivo que engloba el entendimiento de experiencias y perspectivas del individuo. Ambas con beneficios en la relación médico-paciente, pues consigue un mejor diagnóstico y mayor apego a los tratamientos.

Objetivo: Evaluar el nivel de inteligencia emocional y empatía que poseen los médicos residentes de la delegación Puebla del IMSS.

Método: Estudio cuantitativo, analítico, longitudinal, homodémico, prospectivo y multicéntrico. Participaron 254 médicos residentes de 12 especialidades, se utilizaron como instrumentos de medición: la escala TMSS 24 para inteligencia emocional y la escala de Jefferson para la empatía.

Resultados: Se tuvo más participación del sexo femenino, con una edad promedio global de 29 años, la mayor participación fue de la especialidad en medicina familiar. En los rubros atención, claridad y reparación de la inteligencia emocional, el resultado fue adecuado con 48%, 53.9% y 61.8%, respectivamente. En la escala de empatía de Jefferson predominó el rubro sobresaliente con un 46.8%. Se identificó a 19 médicos residentes con niveles bajos en cada una de las dimensiones de la inteligencia emocional aunado a una empatía intermedia y baja.

Discusión: los niveles de inteligencia emocional y de empatía fueron adecuados, aunque los médicos residentes con niveles bajos en ambos rubros representan un foco rojo y un área de oportunidad para la educación emocional.

Conclusiones: La inteligencia emocional y la empatía son habilidades que los médicos residentes deben poseer porque tienen beneficios para ellos y para sus pacientes, por lo que es importante fomentar la enseñanza de estas habilidades desde los años formativos.

Palabras clave: Inteligencia emocional; empatía; médicos residentes.

Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

Level of emotional intelligence and empathy in medical residents

Abstract

Introduction: Emotional intelligence is a set of soft skills and competencies that, it has been shown, influence people’s ability to succeed in coping with environmental demands and pressures. On the other hand, empathy plays an important role because it is a cognitive attribute that encompasses an understanding of an individual’s experiences and perspectives. Both have benefits in the doctor-patient relationship, as it leads to better diagnosis and greater adherence to treatments.

Objective: to evaluate the level of emotional intelligence and empathy possessed by resident physicians of the IMSS Puebla delegation.

Method: quantitative, analytical, longitudinal, homodemographic, prospective and multicenter study. A total of 254 resident physicians from 12 specialties participated, using the TMSS 24 scale for emotional intelligence and the Jefferson scale for empathy as measurement instruments.

Results: There was more participation of the female sex, with an overall average age of 29 years; the greatest participation was in the specialty of family medicine. In the items attention, clarity and repair of emotional intelligence, the result was adequate with 48%, 53.9% and 61.8% respectively. In the Jefferson empathy scale, the outstanding item predominated with 46.8%. Nineteen resident physicians were identified with low levels in each of the dimensions of emotional intelligence together with intermediate and low empathy.

Discussion: the levels of emotional intelligence and empathy were adequate, although resident physicians with low levels in both items represent a red focus and an area of opportunity for emotional education.

Conclusions: Emotional intelligence and empathy are skills that resident physicians should possess because they have benefits for them and for their patients, so it is important to encourage the teaching of these skills from the formative years.

Keywords: Emotional intelligence; empathy; medical resident.

This is an Open Access article under the CC BY-NC-ND license (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

INTRODUCCIÓN

En la revolución cognoscitiva, las emociones fueron catalogadas como enemigas del razonamiento; hoy se afirma que todo sistema racional tiene su base en un sistema emocional; es decir, existe una estrecha relación entre inteligencia y afectividad1. La inteligencia emocional es una serie de habilidades blandas no cognitivas, que influyen en la capacidad de las personas para tener éxito al hacer frente a las demandas y presiones ambientales2. Un nivel alto de inteligencia emocional mejora la capacidad de afrontar el estrés y manejar las emociones negativas3. Peter Salovery y John Mayer presentaron por primera vez la teoría de la inteligencia emocional en 1990, que fue complementada posteriormente por Daniel Goleman en 1995. Este último afirma que la inteligencia emocional es primordial para un buen rendimiento a nivel personal y organizativo. En el ámbito laboral, hace posible el desarrollo y la mejora individual y grupal4.

Por otro lado, la empatía se puede entender como una habilidad que implica comprender las experiencias y perspectivas interiores de los demás, al mismo tiempo comunica ese entendimiento y actúa a partir de él5.

La inteligencia emocional y la empatía son habilidades primordiales que todo personal del área de la salud, específicamente los médicos residentes, deberían poseer porque estas no solo tienen beneficios para el paciente, sino para ellos mismos, ya que se ha demostrado que, ante niveles altos de inteligencia emocional, existe menos cansancio emocional y síntomas psicosomáticos en los médicos. En los pacientes, el apego a su tratamiento y el nivel de satisfacción con respecto a la atención recibida es mayor6.

La empatía es considerada en el ámbito médico como una competencia básica en el aprendizaje del arte de la medicina, relacionándose con mejor competencia clínica, mejor competencia ética y menor estrés profesional7.

Por lo tanto, un nivel alto de empatía se asocia de forma positiva en la relación médico-paciente, pues aumenta la confianza, logra mejoría en la salud del paciente por un mayor apego a las indicaciones médicas, y el profesional de salud desarrolla menor síndrome de burnout8.

Se ha encontrado que durante los años de formación médica se presenta una disminución de la empatía, por lo que la preparación de un médico queda incompleta si solo proporciona diagnósticos, pronósticos y tratamientos; la empatía es necesaria porque les permite ver más allá de los síntomas y enfermedades de los pacientes9.

OBJETIVO

Evaluar el nivel de inteligencia emocional y empatía que tienen los médicos residentes de la delegación Puebla del IMSS.

MÉTODO

Se realizó un estudio cuantitativo, analítico, longitudinal, homodémico, prospectivo y multicéntrico en una población de 254 médicos residentes de 12 especialidades (medicina familiar, geriatría, patología clínica, medicina de rehabilitación, pediatría, medicina interna, ginecología, cirugía, traumatología y ortopedia, anestesiología, imagenología y urgencias). Se aplicaron dos instrumentos: uno para evaluar inteligencia emocional a través de la escala emocional TMMS 24, que se basa en Trait Meta Mood-Scale del grupo de investigación de Salovery y Mayer, tiene un coeficiente de fiabilidad de alfa de Cronbach de 0.90. Mide las destrezas con las que podemos ser conscientes de las propias emociones, así como de la capacidad de regularlas. Está compuesta por 24 ítems que se evalúan mediante una escala tipo Likert de cinco puntos (1 = nada de acuerdo, hasta 5 = totalmente de acuerdo). Engloba tres dimensiones claves de la inteligencia emocional con 8 ítems en cada una de ellas: atención emocional (se refiere a la conciencia que se tiene de las emociones, la capacidad para identificar sentimientos y saber lo que significan), claridad emocional (facultad para identificar qué emoción se está experimentando, comprenderla e integrarla al pensamiento) y reparación emocional (capacidad de regular y controlar las emociones positivas y negativas).

Se solicitó al participante que seleccionara qué tan identificado está con cada afirmación sobre sus emociones y sentimientos. Para obtener una puntuación en cada uno de los apartados, se suman los ítems del 1 al 8 para el factor atención; del 9 al 16 para el factor claridad emocional, y del 17 al 24 para el factor reparación de emociones. Posteriormente los resultados se empatan con una tabla de interpretación10.

Para el nivel de empatía se usó la escala de empatía médica de Jefferson, compuesta de 20 ítems, que se evalúan mediante una escala tipo Likert de 7 puntos (1 = totalmente en desacuerdo, hasta 7 = totalmente de acuerdo). La escala evalúa tres dimensiones de la empatía: toma de perspectiva / empatía cognitiva (10 ítems); atención con compasión/ empatía emocional (٧ ítems) y ponerse en el lugar del paciente (3 ítems).

La escala contiene 10 preguntas con puntaje negativo y 10 con puntaje positivo, con un valor alfa de Cronbach de 0.70 a 0.90. La puntuación total se consigue de la suma de todos los valores seleccionados con un rango entre 20 a 140 puntos; donde un valor alto representa una empatía mayor y uno inferior una empatía menor11.

Consideraciones éticas

Previa autorización y aceptación del Comité de Ética e Investigación del Instituto Mexicano del Seguro Social en Puebla, se llevó a cabo el presente estudio, de abril de 2021 a mayo de 2022. Se tuvo la participación voluntaria de los médicos residentes, una vez habiendo explicado de la finalidad del estudio, así como la lectura y firma del consentimiento informado.

RESULTADOS

De una muestra de 254 médicos residentes, predominó el rango de edad 26-30 años, con edad promedio global de 29 años (tabla 1). Respondieron 133 mujeres y 121 hombres (tabla 2). Colaboraron 12 especialidades: medicina familiar tuvo mayor participación con un 50.8%, seguido de traumatología y ortopedia con un 22%, la especialidad con menor participantes fue patología clínica con un 4% (tabla 3).

Tabla 1. Edad de los participantes

Rango de edad

Frecuencia

Porcentaje

20-25

3

1.2

26-30

156

61.4

31-35

77

30.3

36-40

15

5.9

41-45

3

1.2

Total

254

100.0

Tabla 2. Sexo de los participantes

Sexo

Frecuencia

Porcentaje

Femenino

133

52.4

Masculino

121

47.6

Total

254

100.0

Tabla 3. Especialidades médicas participantes

Especialidad

Frecuencia

Porcentaje

Medicina familiar

129

50.8

Geriatría

2

.8

Patología clínica

1

.4

Medicina de rehabilitación

5

2.0

Pediatría

2

.8

Medicina interna

12

4.7

Ginecología y obstetricia

2

.8

Cirugía

10

3.9

Traumatología y ortopedia

56

22.0

Anestesiología

15

5.9

Imagenología

7

2.8

Urgencias

13

5.1

Total

254

100%

Con respecto al año de residencia participaron en un 57.5% los médicos residentes de primer año; segundo año en un 20.1%; tercer año 17.7%; y cuarto año en un 4.7%.

De acuerdo con el estado civil: el 70.9% es soltero, seguido de un 18.5% casado. Se valoró además el número de hijos que tienen los médicos residentes con un promedio de un hijo en el 15% y máximo de 3 hijos en un 2.4%. Se encontró que el 46.3% de los participantes tuvo que cambiar de lugar de residencia para el inicio de la especialidad y el 53.7% no lo hizo por ser habitante cercano de la sede de adscripción.Una de las preguntas fue “a qué está destinado el pago de la beca”, el 89.6% lo ocupa para comida, 83.4% para objetos personales; gastos de renta un 61.4%; gastos de la pareja un 20.8%; y para gastos en hijos un 19.7%.

Las puntuaciones en la escala TMSS24 de inteligencia emocional fueron adecuadas en las tres dimensiones; atención, claridad y reparación, con 48%, 53.9% y 61.8%, respectivamente (tabla 4).

En cuanto a la escala médica de empatía de Jefferson, predominó el nivel sobresaliente con un 46.8% (tabla 5). Estadísticamente con t de student se encontraron diferencias significativas de empatía de acuerdo con el sexo de p = 0.004.

Tabla 4. Resultados escala TMSS24 inteligencia emocional

Rubro

Inteligencia emocional

Frecuencia

Porcentaje

Atención

Presta poca atención

102

40.2%

Adecuada atención

122

48%

Presta demasiada atención

30

11.8%

Total

254

100%

Claridad

Debe mejorar su claridad

63

24.8%

Adecuada claridad

137

53.9%

Excelente claridad

54

21.2%

Total

254

100%

Reparación

Debe mejorar su reparación

35

13.7%

Adecuada reparación

157

61.8%

Excelente reparación

62

24.4%

Total

254

100%

En la dimensión atención de la inteligencia emocional, el sexo femenino en un 65% presta poca atención, a diferencia del masculino en donde un 65% tiene adecuada atención. En la dimensión claridad, el sexo femenino tiene una adecuada claridad con un 80%, en comparación con el masculino que lo presentó en un 57%, y en la tercera dimensión, reparación, ambos sexos tuvieron igual porcentaje, una adecuada reparación, con un 79%. Lo cual demuestra relaciones positivas ante los problemas. La empatía médica relacionada con el sexo, demostró que el masculino posee un nivel alto y sobresaliente en mayor porcentaje 75% y el femenino un 59%. El grupo de solteros presentó mejor equilibrio en las dimensiones de la inteligencia emocional y una empatía sobresaliente en un 93%.

Tabla 5. Resultados escala empatía médica de Jefferson

Rubro

Empatía médica

Frecuencia

Porcentaje

Alto

16

6.2

Sobresaliente

119

46.8

Intermedio

117

46

Bajo

2

.7

Total

254

100%

Con respecto al cambio de lugar de residencia, quienes mostraron mejor equilibrio emocional fueron aquellos que no tuvieron que salir de su núcleo familiar. En relación con el número de hijos, se encontró mayor inteligencia emocional y empatía en los médicos residentes que no son padres. Finalmente, al evaluar la inteligencia emocional y empatía en relación con el año de residencia, se evidenció una adecuada inteligencia emocional y una sobresaliente empatía en los médicos residentes que inician la especialización en comparación con aquellos que llevan más años en la residencia médica.

Se identificaron a 19 médicos residentes que coincidieron con niveles bajos en cada una de las dimensiones de la inteligencia emocional, ninguno presentó niveles altos o sobresalientes de empatía, el predominio fue de empatía intermedia y baja. Las especialidades que se situaron en estos niveles bajos fueron: urgencias en primer lugar, seguidas de medicina interna y cirugía.

DISCUSIÓN

El presente estudio evaluó la inteligencia emocional y empatía en médicos residentes, porque el sistema de residencias médicas en México es base fundamental de la educación médica de posgrado, por lo que se deben egresar médicos residentes con competencias blandas fortalecidas.

En la investigación encontramos mayor estabilidad emocional en los primeros años de la residencia, esto concuerda con los resultados de Villalba et al., los cuales demostraron que la empatía es mayor en el primer año y disminuye en los últimos años de la especialización, de ahí la importancia de identificar qué factores condicionan que se rompa la relación médico-paciente12.

Los médicos residentes de urgencias, medicina interna y cirugía tuvieron niveles bajos en las tres dimensiones de la inteligencia emocional y empatía, reportes similares a los de Dahmash et al., que encontraron a médicos residentes de cirugía plástica con niveles bajos de inteligencia emocional, relacionados con insatisfacción con la especialidad, con los ingresos y con el papel en quirófano13. De igual forma, Ravikumar et al. observaron que la inteligencia emocional fue menor en los médicos residentes que tienen jornadas de más de 50 horas por semana y que hacen guardias en urgencias, derivado de una carga mayor de trabajo y estrés14.

Estas especialidades tienen áreas de oportunidad para la educación emocional, porque estar expuesto a elevados niveles de presión laboral, conduce a incrementar el riesgo de cansancio emocional, distanciamiento hacia compañeros de trabajo y sensación de incompetencia, es decir, al desarrollo de burnout15.

Una de las limitaciones del estudio fue el poco tiempo con el cual contaban los médicos residentes para responder los instrumentos, por lo que se les abordó en sus días académicos para la aplicación de las escalas y así obtener respuestas más claras y no apresuradas por el ritmo de trabajo de sus servicios. Ante esta situación, en futuros estudios, se tendría que buscar una estrategia que permita al médico residente poder participar con mayor tiempo, sin estar presionado por actividades o tareas de su especialización.

CONCLUSIONES

A través de la investigación se pudo comprender que la inteligencia emocional en la educación de médicos residentes, es fundamental dentro del proceso formativo de estos, y sería de gran apoyo la enseñanza y práctica constante mediante intervenciones educativas. Múltiples estudios han demostrado la efectividad de las intervenciones de inteligencia emocional en el aula para aumentar el rendimiento académico, la adaptación socioemocional y la satisfacción escolar de los estudiantes de todos los niveles académicos16.

Los médicos residentes están en contacto directo con las personas y sus emociones; por tanto, es importante contar con una buena habilidad empática, porque propicia la confianza del paciente con el médico y mejora los resultados clínicos, de modo que podrían realizarse intervenciones educativas para conservarla y aumentarla; como la estrategia shadowing patients, “ser la sombra del paciente”, que consiste en observar a un paciente sin intervenir y obtener reflexiones a partir de esto, la cual ha demostrado aumento en los niveles de empatía17.

Otra estrategia es el análisis de documentales que resaltan la empatía. Se observó que al desarrollar un pensamiento crítico acerca de las condiciones en las que viven otras personas, se pudo incrementar la empatía y evocar emociones.

Sin embargo, en medicina los contenidos de los programas no aseguran el desarrollo de la empatía e inteligencia emocional como competencias profesionales, porque los currículos están más enfocados en habilidades y destrezas técnicas y científicas18, por lo que durante los próximos años el principal compromiso de las instituciones de salud en el ámbito educativo, deberá ser la reorganización de los programas para incluir la enseñanza de la educación emocional.

La educación emocional es necesaria porque permite afrontar de mejor manera factores estresantes que influyen negativamente en el rendimiento académico, por lo que sería importante medir la inteligencia emocional en los procesos de admisión a la carrera o especialización, lo que permitiría crear planes de atención colectiva y auto dirigidos para fomentar la salud emocional19.

La educación emocional se debe impulsar primero en la formación de los docentes para que, posteriormente, ellos puedan conducir a los estudiantes en este proceso de adquirir habilidades, tanto cognitivas como emocionales, que permitan un aprendizaje autónomo, que podrá ser utilizado en la resolución de problemáticas y conflictos en todos los ámbitos de la vida, no solo en lo académico20.

De modo que se debería evaluar la inteligencia emocional y la empatía en los médicos responsables de la educación, seguimiento y acompañamiento de los médicos residentes y realizar intervenciones educativas en aquellos que lo requieran, para que puedan aplicar estas estrategias y enseñanzas.

Finalmente, sería importante continuar con esta línea de investigación enfocada en lo aplicativo, para transformar los entornos en ambientes más agradables y fortalecidos en destrezas emocionales e implementar intervenciones dentro de los programas educativos de las residencias médicas, como medida preventiva para la salud emocional.

CONTRIBUCIÓN INDIVIDUAL

MUFV: Redacción y revisión de contenido, análisis de información y resultados.

RIST: Búsqueda de información, redacción de contenido, aplicación de instrumentos a los participantes, análisis de información y resultados.

AGRADECIMIENTOS

Ninguno.

PRESENTACIONES PREVIAS

Modalidad cartel en octavo Chicoeyi Encuentro de Investigación Clínica. CMN siglo XXI, año 2022.

Presentación virtual en el XVII Foro Nacional y III Internacional de Educación en Salud, año 2022.

FINANCIAMIENTO

Ninguno.

CONFLICTO DE INTERESES

Ninguno.

REFERENCIAS

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