eISSN 2007-5057

Investigación educ. médica Vol. 13, no. 52, México, octubre-diciembre 2024

https://doi.org/10.22201/fm.20075057e.2024.52.24642

Cartas

Letters

El impacto curricular actual de un viejo aforismo médico

The current curricular impact of an old medical aphorism

Señor Editor:

El anatomopatólogo catalán del siglo XIX D. José de Letamendi y Manjarrés (1828-1897) sostuvo que el médico que solo sabía medicina, ni siquiera medicina sabía1.

Leí este aforismo, atribuido erróneamente a Mark Twain y al Dr. Gregorio Marañón, hace mucho tiempo durante mi formación profesional y causó en mí una gran influencia.

De allí que la presente comunicación pretenda actualizarlo planteando cómo podría ser interpretado y empleado actualmente al planificarse e implementarse cambios curriculares médicos.

Sabido es que, hoy en día, la Medicina excede sus siempre fundamentales aspectos biológicos incluyendo, además, otros de índole psicológica, antropológica, socio-económica y cultural-educativa que permiten a quienes ejercen la docencia, la investigación científica, la atención médica y/o la salud pública, una práctica mucho más integral que la estrictamente centrada en la biología.

Desde esta mirada, disciplinas como la filosofía (epistemología, lógica, ética y axiología), la antropología, la psicología, la sociología, la historia general, científica y médica, la economía, la geografía, otras ramas de las humanidades y el arte en sus variadas expresiones, pueden enriquecer sus competencias curriculares.

A esto deberían sumarse temas como enfermedades zoo­nóticas, resistencia a los antimicrobianos, seguridad alimentaria, enfermedades por vectores, salud ocupacional y ambiental, entre otros, en función de la estrategia Una sola salud, propuesta unificadora e integral de la organización mundial homónima, que persigue equilibrar y optimizar la salud de personas, animales y ecosistemas, interdependientes entre sí2.

De tal modo, contenidos y aplicaciones provenientes de las antedichas disciplinas y temas, debidamente acotados y armonizados en los currículos médicos, coadyuvarían al saber (conocimientos), al saber ser (hábitos, valores y actitudes) y al saber hacer (habilidades cognitivas, comunicacionales y blandas)3 para resolver de manera interdisciplinar problemas actuales, imaginar renovaciones e innovaciones futuras, inspirar al alumnado y/o modificar conductas para el bien de sus receptores, sean quienes sean.

Teniendo en cuenta que el pasado suele ser un gran consejero, lo previsto por aquel médico finisecular del siglo XIX se convierte en deber actual para los estudiantes de grado, y también de posgrado.

REFERENCIAS

1.De Letamendi J. Obras Completas. Charleston: Nabu Press; 2012. p 50-51.

2.Evans B, Leighton F. A history of One Health. Rev. sci. Tech. 2014;33(2):413-420.

3.Gayol MC, Montenegro SM, Tarrés MC, D’Ottavio AE. Competencias investigativas. Su desarrollo en carreras del Área de la Salud. Uni-pluri/versidad. 2008;8(2):47-52.

Alberto Enrique D’Ottavioa,‡

a Facultad de Ciencias Médicas y Consejo de Investigaciones de la Universidad de Rosario, Rosario, Argentina.

http://orcid.org/0000-0003-3556-6904

Recibido: 18-junio-2024. Aceptado: 25-junio-2024.

Correspondencia: aedottavio@hotmail.com

Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

https://doi.org/10.22201/fm.20075057e.2024.52.24642