Carta al editor
eISSN 2007-5057
Investigación educ. médica Vol. 14, no. 55, México, julio-septiembre 2025
https://doi.org/10.22201/fm.20075057e.2025.55.25702
La funcionalidad de la violencia al sistema de salud en México
The functionality of violence to the health system in Mexico
“La formación de médicos, sobre todo en los cursos de especialización, ha caído en una espiral de maltrato que perpetúa conductas que han llegado a normalizarse y a justificarse”1. La afirmación del Dr. Alberto Lifshitz está más que respaldada por múltiples evidencias. Sobre el origen del maltrato plantea: “el modelo castrense que exige una jerarquización”, y la formación de “una personalidad sólida, fuerte, como la que se exige para ser médico”. Los estudiantes de medicina en las unidades médicas “deben aceptar que se van a someter a malos tratos, a la falta de descanso, horarios excesivos, renunciar a atender necesidades sociales propias de su edad, y hasta abdicar de su dignidad”. Quienes logran superar todo esto lo replican cuando ascienden en la jerarquía, lo que “propicia que el modelo se perpetúe y sirva de guía”.
El artículo trajo a mi memoria múltiples conversaciones con residentes en las que les cuestionaba sobre el maltrato que infligían a los residentes a su cargo, y que más o menos se desarrollaban de la siguiente manera:
—¿Por qué castigas y maltratas a tu R2?, ¿recuerdas que cuando eras R1 y R2 te quejabas de los castigos recibidos y asegurabas que tú nunca harías lo mismo?
—Sí, pero si yo no castigo al R2, el adscrito me obliga a mí a cumplir el castigo. Además, si me enemisto con él, me hará la vida imposible y hasta puede argumentar cualquier pretexto para darme de baja.
Estos testimonios dejan ver temor y sumisión, lo que concuerda con los resultados de las encuestas anuales del Observatorio de Educación Médica y Derechos Humanos (Obeme), en las que la gran mayoría de internos y residentes refieren haber sentido ansiedad o temor de recibir castigos o ser dados de baja2 y con diversos tratados y estudios sobre las razones de la violencia en el trabajo3.
Así, se plantea que, además de la venganza vicaria, la violencia en educación médica también se perpetúa porque es funcional al sistema: genera miedo, obediencia y la incondicionalidad necesarias para que internos y residentes acepten la sobrecarga laboral y para que no hagan reclamos y exigencias que puedan poner en peligro el funcionamiento del sistema de salud.
AGRADECIMIENTOS
Ninguno.
PRESENTACIONES PREVIAS
Ninguna.
FINANCIAMIENTO
Ninguno.
CONFLICTO DE INTERESES
Ninguno.
REFERENCIAS
1.Lifshitz A. Venganza vicaria en la formación médica. Investig Educ Médica. 2025 ene-mar;14(53). doi: https://doi.org/10.22201/fm.20075057e.2025.53.24657.
2.Vázquez Martínez FD, Mota Morales ML, coordinadores. Educación médica y derechos humanos: goce de los derechos humanos de internos, pasantes y residentes en las unidades médicas, 2022–2023. Ciudad de México: Fondo Editorial para la Investigación Académica; 2024. (Colección Educación Médica y Derechos Humanos; tomo 4). Disponible en: https://www.foneia.org/omp/index.php/foneia/catalog/view/46/obeme4c/894
3.Dejours C. Trabajo y violencia. Madrid: Modus Laborandi; 2009.
Francisco Domingo Vázquez Martíneza,‡,*
a Instituto de Salud Pública, Universidad Veracruzana, Xalapa-Enríquez, Ver., México.
ORCID ID:
‡ https://orcid.org/0000-0002-2931-3954
Recibido: 5-febrero-2025. Aceptado: 10-marzo-2025.
* Correspondencia: dvazquez@uv.mx
Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
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